martes, 24 de junio de 2008

Mirando a sus... ¿Ojos?

[...]
Mucho calor, minifaldas, pantaloncitos cortos, escotes y gente hormonada a tope.
En este ambiente me muevo, de día y de noche, reconociendo formas, colores, pero no almas. En este ambiente observo, objetivo y al margen, los rituales -aún un tanto animalizados según qué caso- de los machos que buscan hembras y de las hembras que eligen machos.
En este ambiente, tan conocido y parte de uno mismo en épocas pretéritas, me muevo. Y me descubro cambiado, distinto. Ahora no hay sólo escotes, ni piernas, ni movimientos sensuales sobre plataformas de discotecas; ya sólo disfruto plenamente viendo ojos, intentando averiguar qué personalidad se esconde tras esa piel, o por qué a aquella chica su pareja parece no hacerla feliz. Ahora me descubro preguntándome más por el por qué y el cómo que por el qué. Ahora me gustaría conocerla, en vez de llevarla a la cama.
[...]

-Él-

2 comentarios:

Una madrileña en Oslo dijo...

Me encanta...jajaja. Sencillamente me encanta. No se como describirte la sensación que me sentido al leerlo por primera vez.

Me lo recomendó un amigo, un buen amigo, diciéndome que creía que a mi concretamente me iba a gustar y así ha sido.

Sin palabras...no se como explicarlo...

Unknown dijo...

Muchas gracias por tu visita y lectura. Y gracias también a tu amigo.

Este es, al fin y al cabo, también tu rinconcito.

Bienvenida.

-Él-