domingo, 12 de octubre de 2008

Rubia de ojos claros.

[...]
Y allí estaba ella: su pelo rubio, de media melena con mechas, dejaba ver el esbelto cuello que involuntariamente lucía delante de todos los hombres, que la miraban por la calle; los ojos, claros, mostraban una profundidad atípica que esclarecía un interior plagado de sentimientos aún por descubrir; la sonrisa, divina sonrisa, que regalaba a todo aquel que quisiera dedicarle unas palabras bonitas o, mejor aún, hacerla reir; reir, y olvidar todas las penas acumuladas tras infructuosas búsquedas del calor que sólo un corazón tan cálido como el suyo podría darle. ¿Cómo es posible? Era tan difícil de creer que ella, que gozaba del favor divino de unos bonitos ojos, no encontrara alguien que supiera escucharla, que disfrutara haciéndola reir, y que pudiera vivir de tan sólo un beso suyo, que no era de extrañar la presencia de una pequeña capa protectora que ella misma vestía para evitar más daño. No, no puede ser; debe ser posible que, en algún lugar, encuentre lo que necesita que, al fin y al cabo, no es tan complicado. Porque ella sólo busca que la amen.

Dedicado a Sandra.

-Él-

1 comentario:

Anónimo dijo...

Otra vez me hiciste llorar!!!!, Siento haber estado desaparecida pero mi vida es complicada. Pregunta para todas:
pq?, esa el la pregunta que hago cada vez q me levanto. Pq cuando encuentras a alguien que podria hacerte feliz no te enamoras???, q pasa q el q te gusta te tiene q hacer daño y el q no te gusta enamorarse de ti hasta los ojos???. Gracias por tus palabras, increible como me conoces.