miércoles, 15 de octubre de 2008

Agua y arena

Hoy nos manda un pequeño texto nuestra amiga Sarody, a la que agradecemos la colaboración. El significado es especial, como el momento en que lo escribió:

"XVII
Agua y Arena

Hoy he intentado escribirte un texto. Ya sabes, uno de estos susurros que con tanta facilidad puedo componer. Sin embargo, ahora me falla todo, las palabras me abandonan, las ideas se acumulan empujándose y volviéndome loca.

¿Qué puedo hacer?, ¿hablar de ti?. Diré que eres alguien que roza con cuidado el centro del universo. Que las estrellas te hacen un huequecito en sus vidas porque tú las impulsas para que sigan en movimiento. Diré que sin ti todo es más oscuro, que en tu ser es donde empiezan las sonrisas y que arrastras contigo la fuerza de la vida.

Quizá podría escribir acerca de emociones. Tiempo atrás ni siquiera eras más parte de mis días que los fantasmas que continuamente me despreciaban, y sin embargo yo te apreciaba de forma distinta. Cuando te marchaste, te eché de menos de una manera que nadie podía comprender... Ni siquiera yo me conozco. ¿Sentiste algo parecido?. El viento me dice que sí.

Me describo entonces a mí. O quizá a mi corazón helado, que me congela sin ninguna piedad ya que teme extinguirse por las llamas que lleva en su interior. Pero sé que tú puedes ver bien tras este gélido velo. Sé que te duele ver la desolación que reflejan estas ruinas que me componen. Es el precio que se paga por sentir cuando sólo hay que mirar al frente y navegar para más tarde huir en la dirección opuesta.

¿Crees que no soy consciente de tus regalos?. Gracias a ellos sonrío a todas horas cuando sólo quiero llorar. Coser las heridas duele aunque más tarde cicatricen para siempre. Mi piel es suave y lisa sin marcas ni señales. También lo son mis sonrisas y mis palabras... ¿Pero qué me dices del espíritu? Sentir contigo es fácil, pero las rocas eran hierba que decidió protegerse de caricias mentirosas.

Una vez te dije que no nos conocíamos... ¿Lo recuerdas?. Ahora eso es mentira. Tú sabes que rozo la lluvia con los dedos y yo sé que sonríes al ver el color de las emociones.

Ola que acaricia y relaja, todo esto es tan difícil... A veces quisiera ser un reflejo que me grite a mí misma el odio que siento hacia mis propios gestos. Porque si te acercas excesivamente, el miedo me hace caminar hacia atrás y si te alejas me duele demasiado el alma.

Una vez te dije que no nos conocíamos y ahora te pido que me conozcas y me ayudes sin recelo. Pase lo que pase, coge mis manos para calmarme porque sabes entrar sin hacer ruido y curar con suavidad una herida tras otra.

Ayúdame a acabar con el dolor y con el miedo.

Hoy he intentado escribirte un texto, pero incluso en papel mis palabras están vacías y son torpes para expresar todo cuanto siento.

Sarody."

Gracias por dejarnos este pequeño pedacito de tí tan especial.

-Él-

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