La noche se cierra sobre el nublado cielo y aquí, con las catedrales como maravillosa vista a través de la ventana, noto el frío del otoño.
Ah, el otoño... Qué época tan bonita, ¿verdad? Para los románticos, para quienes disfrutamos no sólo del calor, el buen tiempo y la playa, esta época supone un deleite para los sentidos: la hojarasca, con un tono castaño, llena el suelo de parques y calles, pinta los tristes grises del asfalto y regala espacios más abiertos entre las copas de los árboles para mirar al cielo.
Nada como un paseo con este escenario rodeándonos.
Qué bonito regalo para todos, ¿verdad?
-Él-
sábado, 18 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Y más aún si todavía no hace un frío que pela!! ^_^
Publicar un comentario