jueves, 14 de octubre de 2010

El original de Rantifuso, parte 2/2

Continuamos con el texto de Rantifuso.

Un beso.

Viñeta 6
La viñeta combina al chico buscando a alguien entre el gentío de la discoteca. A continuación, en la parte central de la viñeta, se ve a la víctima, que se gira, como atontada. Él la produce una indescriptible sensación de majestuosidad y de asombro, sintiéndose casi cohibida, avergonzada, como cuando en las historias antiguas una pobre empleada del campo era elegida por un gran rey para ser su esposa; como en los cuentos de hadas. En la tercera parte de la viñeta, se ve sólo la sonrisa de él, porque ha encontrado exactamente lo que buscaba.

Texto
“Desde aquella primera noche en la que él me eligió para compartir nuestras vidas, ambos nos amamos. Y sabemos en todo momento qué necesita el otro”.

Viñeta 7
Se ve cómo cede el paso él a la chica que ha elegido de entre la gente. Él abre la cortina pero no la mira a los ojos; no es la misma sensación que cuando dejó entrar a su chica.
La chica nueva entra, girando también la cabeza hacia el chico, mirándole, sonriendo, pero vergonzosa, con la cabeza un tanto baja, símbolo de sumisión.

Texto
“Sí, él siempre sabe lo que quiero. Es como si pudiera leer mi mente. Pero eso me gusta.”

Viñeta 8
En primer plano, el perfil de ella, bebiendo de una copa algo que parece vino tinto. Al fondo se ve entrar, de cuerpo entero, a él con la nueva chica. En esta viñeta se aprecia muy bien la voluptuosidad de la chica nueva, de cuerpo impresionante. La lleva cogida del hombro, para que se sienta tranquila y protegida.

Texto
“Es genial poder llegar hasta ese punto de compenetración porque, ante un cruce de nuestras miradas, las palabras pierden todo su significado.”

Viñeta 9
Ella se levanta y se para justo frente a la recién llegada, observándola y sonriéndola dulcemente, aunque con cierto toque picantón-erótico. La chica nueva está más calmada y parece bastante complacida con la visión de ella, que se le antoja una auténtica preciosidad y con “algo” muy atractivo.

Texto
“Y entonces, sea cual sea nuestro juego, los dos disfrutamos con una total compenetración”.

Viñeta 10
Ella retira cuidadosamente el pelo de la chica por el lateral, dejando el cuello al descubierto. Es un cuello de piel muy suave, rosada, y que huele muy dulce, como a perfume delicioso. Ella acerca su boca al cuello de la chica con una expresión bastante más inerte, inexpresiva. La chica tiene los ojos cerrados y una sonrisa que denota tranquilidad y principio de excitación. Puede aparecer mordiéndose el labio, cachondilla, y con las manos tocándose levemente su propio cuerpo.

Texto
“Sea lo que sea, sin importar lo que hagamos, los dos estamos siempre totalmente conectados, de una forma sobrehumana”.

Viñeta 11
Se centra en la cara de la chica, que horrorizada cambia la expresión de excitación por una del más profundo horror, ante la visión de su propia muerte. Ya entiende, ya sabe qué hace ahí, y lo que va a pasar. Ya sabe que ellos son vampiros, cazadores de la noche, y que esta noche ella es su víctima.

Texto
“Por eso, él y yo lo compartimos absolutamente todo...”.

Viñeta 12
Los dos vampiros están en el sofá; ella arrodillada encima, y él semitumbado, con una pierna entre las de ella, como esperándola para besarla. Ambos están a punto de hacer el amor.
Tienen la boca, el cuello y parte de la ropa manchadas de sangre, detalle que contrasta mucho con las expresiones que marcan una dulzura propia sólo de dos enamorados.
Debajo se ve la mano y parte del antebrazo de la víctima, ensangrentada. La muñeca es muy visible y se ve desgarrada salvajemente (no se trata de que tenga completamente el antebrazo abierto, sino más bien como si un lobo hubiera mordido la muñeca en un punto muy concreto, del tamaño de la boca de un humano), y sangre chorreando por ella. La mano está completamente pálida, más que la piel de la chica cuando entró, y con una posición bastante agarrotada, como de haber intentado pedir ayuda justo antes de ser completamente desangrada. La mano puede estar, según la regla de los dos tercios, en la parte inferior derecha, apoyada en el sillón donde están los dos vampiros, para llamar la atención del lector sobre ese punto. Como lee de arriba a abajo, y de izquierda a derecha, ese punto es el último que va a quedar en su mente. Es, además, un punto de un rojo muy vivo (sangre arterial).

Texto
“... Hasta la comida”.


- Él -

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